lunes, 17 de octubre de 2011

UN PROYECTO DE TRANSPORTE FLUVIAL PARA QUILMES

* Hèctor Agneli

 El viernes 14 de octubre, en un día plagado de sol con un Río de la Plata manso y suave, un contingente de poco más de 40 personas hicimos a las 14 hs. un viaje el catamarán "Realidad II" desde Dársena Norte hasta la Ribera como acto inaugural del proyecto fluvial que uniría la Ribera con Dársena Norte y Tigre.

Partimos de la isla del Club Náutico en micro hasta Dársena Norte, donde embarcamos y en poco más de 30 minutos estuvimos en el Náutico. En realidad, fue el segundo viaje, ya que hubo uno de prueba, pero este es el primero en conducir pasajeros para dar valor testimonial a la significación que tendría para Quilmes y su área de influencia un proyecto de transporte fluvial como este, sumado a un plan mayor que es recuperar nuestra costa ribereña. “El río de Quilmes”, para el común, que en otros años fue el hito del turismo popular más preponderante del sur del gran Buenos Aires, cuando la empresa de los Fiorito detentaba desde 1915 el mayor complejo turístico de la provincia de Buenos Aires. Mar del Plata aún era por esos años un circuito para las clases altas y medias altas.

La historiadora Matilde Salustio da en su libro [1] sobre el Balneario de Quilmes, un testimonio profundo y claro sobre el valor que tuvo nuestra Ribera desde 1870 hasta promediando la década del 60.
 
Además del intendente de Quilmes Francisco Gutiérrez y autoridades municipales como el Director de Cultura Lic. Héctor Bandera, realizamos el trayecto algunos vecinos de Quilmes como el señor Elesgaray presidente del Club Náutico, el señor Sturla de la empresa de navegación, responsable de la empresa el muralista Juan Bauk, las periodistas María Sansotta y Verónica Barrionuevo, Julio Omar Fucarino, de la Sociedad de Fomento de la Ribera, Claudio Abriola del Inst. Gastronómico del Sur, el cantautor Julio Lacarra, el autor Rubén Sada, el Arq. Gustavo Pol, secretario de la Unidad Ejecutora del Proyecto de la Ribera de Quilmes (UEPRQ) y varios otros.

A las 16 hs. partió un segundo contingente que pudo disfrutar de la imponderable experiencia.
 
El Arq. Pol, en un folleto que se entregó a los presentes, amplía la concepción de la obra: “Hace tres años iniciamos, junto al Int. Francisco Gutiérrez, un camino de recuperación y puesta en valor de la histórica Ribera de Quilmes. Un recorrido difícil, que requiere de grandes esfuerzos  y decisiones profundas, y que permitirá a largo plazo, el desarrollo de un sector de la ciudad que estuvo postergado durante décadas. La transformación del territorio y su propia gesta­ción, en un proceso de integración entre la ciudad y eI  "paisaje natural" ribereño, son temas esenciales para la formulación del Proyecto de la Ribera de Quilmes, por lo tanto, el río y su entorno, conforman  el valor patrimonial, natural, histórico, social y cultural de una ciudad de cara al río. Cada uno de los proyectos se enmarca en el res­peto por el paisaje y la historia; surgen desde una construcción colectiva alejada de la linealidad en­tre plan y acción. Es decir, se originan como un proceso dinámico de desarrollo, un producto social de acción colectiva.”
 
El Sr. Elesgaray, presidente del Club Náutico explicando a los viajeros las bondades del proyecto. 

El QUILMERO recordaba durante el trayecto un suceso histórico que podría tener cierto paralelismo con este. Da cuenta Juan Bautista Alberdi en la biografía del ingeniero estadounidense William Wheelwright, [2] quien completó la línea ferroviaria Buenos Aires-Ensenada que llegó a Quilmes el 18 de abril de 1872, [3]que el 25 de marzo de 1870 el mencionado pionero de los ferrocarriles en la Argentina conociendo la importancia que tendría para el intercambio comercial el puerto de la Ensenada organizó una excusión fluvial en un vapor que fletó con ese fin a la que asistieron como invitados el presidente Sarmiento, el ministro Vélez Sarsfield, el gobernador de la Provincia Emilio Castro y muchas personas características de la ciudad de Buenos Aires y de Quilmes. Wheelwright dejó referencia del hecho y de la importancia del puerto de la Ensenada para la economía naviero mercantil en una nota que se publicó en el periódico inglés “The Standard” [4] de Buenos Aires [5]

El proyecto de Wheelwright fue boicoteado por la oligarquía comercial porteña y la Ensenada desapareció de las cartas de navegación del comercio naviero mundial.
 
La concreción de este proyecto y los que lo acompañan: Parque Costero, plaza de acceso, Pérgola Histórica y el paseo público del Pejerrey Club, sería la recuperación del espacio público más relevante del partido de Quilmes, un punto de encuentro social que estrecharía el vínculo del vecino con el ecosistema rioplatense, la revalorización de nuestra historia, nuestra identidad y la recuperación del paisaje que fue tema de tantos artistas plásticos como: Julio Rebolé, Bonifacio Oroquieta, Ludovico Pérez, Enrique Rocca, etc.

Deseamos los quilmeños honestamente comprometidos con el amplio espectro de nuestra realidad que el plan no quede relegado tras las elecciones sea quien fuere el ganador. La Ribera vivió en otros momentos algunas postergaciones por esa característica negativa que han tenido algunos políticos que cuando alcanzaron el poder o la función que disputaban, relegaron los proyectos del predecesor, tan solo porque era un opositor.
 
 
 * Héctor Agnelli  quilmeño y docente, escritor y cronista de la historia local. Autor de "Historias de más acá"; "Maestros y Escuelas de Quilmes"; "Migraciones"; "Retratos en la ciudad" y "Dr. José Antonio Wilde", biografía.

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