sábado, 19 de mayo de 2012

Monumento a la Mujer Originaria


Un proyecto de ley busca emplazar en el cruce de Diagonal Sur y Perú un homenaje a la mujer originaria. Para impulsarlo, el escritor y periodista integró un panel que debatió sobre la iniciativa. La propuesta es llevar la estatua de Roca a Daireaux.
 La mujer originaria podría reemplazar el monumento a Julio Argentino Roca, responsable del exterminio de comunidades indígenas completas en la llamada Campaña al Desierto. La Legislatura porteña tiene un nuevo proyecto para que la estatua del ex presidente sea removida de su sitial ubicado a metros de la Casa Rosada y de la Plaza de Mayo, en Diagonal Sur y Perú. “Roca es el responsable no sólo del genocidio, sino de la vuelta a la esclavitud, que había sido abolida en 1813”, apuntó el historiador y periodista Osvaldo Bayer, mentor e impulsor de la iniciativa en un encuentro organizado ayer en el Salón Montevideo del edificio legislativo.

 Hace años que Bayer, coordinador del libro Historia de la Crueldad Argentina, comenzó a dar clases en el monumento a Roca. “¿Qué hace allí el general montado al caballo? A San Martín lo mandan al Retiro en un caballito flaco, casi tapado por las Torres de los Ingleses, mientras al responsable de uno de los mayores genocidios lo homenajean a metros del Cabildo, ¿cómo puede ser?”, se preguntó entonces, y citó ayer.

 Roca, explicó el historiador, no sólo eliminó a comunidades ranqueles, mapuches, pehuenches, tehuelches y pampas, sino que las sometió a diferentes estados de esclavitud y, a cambio de su accionar en la conquista, recibió territorios en los que, luego, construiría la estancia La Larga, situados en Daireaux, Buenos Aires. A ese campo es donde el proyecto de ley de Basteiro propone que se traslade el actual monumento a Roca.

 La idea de convertir el monumento en un homenaje a la mujer originaria, explica Bayer, es darle lugar a “una persona a la que la historia nunca dio mucha importancia, pero en cuyo cuerpo nació el criollo, el mestizo, que fue el soldado de nuestra independencia. Nos referimos a la mujer de los pueblos originarios, a su sufrimiento, denominadas siempre chinas por Roca. Mujeres que fueron separadas de sus hijos y vinieron a la ciudad como sirvientas, en los trabajos más sufridos sin que nunca se le pagara nada. Ella realmente se lo merece. Y más aún después de los últimos estudios antropológicos que hizo la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, que señalan que alrededor del 55 por ciento de los argentinos tiene algo de la sangre de los pueblos originarios”.

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